El legado de Monsterrat y las Catedrales de Barcelona
Tanto la Abadía de Montserrat como la Catedral de Barcelona han sido centros musicales de gran importancia, por dónde han pasado grandes maestros de capilla, organistas y compositores. El Cor Tessàlia, nacido hace 20 años en el seno de uno de estos centros (como es la Catedral de Barcelona) y conocedor de su patrimonio religioso, presenta un programa de música sacra catalana con varios autores que han pasado por esta importante institución religiosa y musical, por la Iglesia de Santa María del Mar de Barcelona (conocida como Catedral del Mar) y también Montserrat.
La Música de los poetas
Cantar la poesía es el propósito del Cor Tessàlia en La música de los poetas. Trasladar al público las diversas perspectivas y reflexiones del arte de la rima, compartir la experiencia de adentrarnos en las ricas telarañas de palabras y significados de grandes poetas: Maragall, Carner, Cervantes, Lorca o Ausiàs March. Un concierto basado en varias composiciones de músicos catalanes como Eduard Toldrà, Francesc Vila y Cristòfor Taltabull, entre otros, que dan melodía a los poetas y nos invitan a conocer la sonoridad catalana de los siglos XX y XXI, heredera de la música del romanticismo y profundamente influenciada también por las armonías y ritmos tradicionales.
Glòria de Vivaldi
La Orquestra Barroca de Barcelona, junto al Cor Tessàlia y apresentan una de las obras maestras de la música religiosa del barroco, el Gloria RV 589 en Re mayor que Antonio Lucio Vivaldi (1678‐1741) compuso durante su estancia en L’Ospedale della Pietà. Este Gloria consta de doce movimientos que alternan fragmentos corales con otros solistas, siempre desde una sensibilidad compositiva sorprendente que da como resultado una música descriptiva, afectiva, innovadora y de gran riqueza armónica.
Via Crucis de Franz Liszt
El Cor Tessàlia redescubre el Vía Crucis de Franz Liszt, destacando, mediante una interpretación expresiva y meticulosa, los detalles estilísticos del maestro de la tecla. Una obra musical extraordinaria, a menudo demasiado olvidada en los rincones de la historia de la música, pero que cautiva al público por su belleza, su espiritualidad y su intrínseca personalidad, ligada a la humilde espiritualidad franciscana que envolvió los últimos años de la vida de Franz Liszt.